Inicia la cuenta. Necesito por lo menos 45 minutos para que te duermas. No puedo dejar que me veas llorar. No porque no comparto mis emociones contigo, porque lo hago. En realidad, creo que es muy importante que veas una gama saludable de emociones de tus compañeros. No, no es porque no quiero que me veas llorar… Es porque temo que preguntarás por qué estoy llorando y simplemente no puedo decirte la verdad…
“Mamá está llorando por tu culpa.”
Hoy, esculpiste tu nombre en la pared de mi recamara con un cuchillo Xacto. ESCULPISTE. Mientras me encanta ver cómo se desarrolla tu letra, no quiero que se desarrolle en ninguna pared, y mucho menos en una pared en el espacio sagrado que es mi recamara.
Hoy, no abriste uno, sino SIETE regalos de Navidad que estaban envueltos bajo el árbol. Mentiste y los escondiste y estoy desconcertada de que pensaste que te saldrías con la tuya. ¿Cuál era exactamente tu plan?
Hoy, vertieron media botella de lubricante que sacaron de mi cajón en mi difusor favorito. Afortunadamente, me dijiste la verdad, así que sabía lo que estaba tratando cuando llegó el momento de limpiarlo frenéticamente. Fue un regalo muy especial y lo he cuidado muy bien durante 4 años.
Hoy, hiciste todo lo que estaba en tu poder para atormentar a tu hermano. Desde buscarlo alrededor de la casa, hasta golpearlo cuando no te dio lo que querías, y finalmente le enseñaste el trasero en frente de la casa mientras sacabas la basura. Durante todo el día, hice todo lo posible para mantener a los dos separados sólo para tratar de mantener mi paciencia, pero aún así me pediste jugar juntos. Esta hija única nunca entenderá la dinámica de hermanos.
Hoy, te despertaste a las 5:30 en la mañana y pisoteaste por la casa hasta que todos los demás estaban despiertos. Valoro mi sueño y soy una mama mucho mejor cuando tengo más de unas pocas horas, pero tu estabas listo para empezar el día y querías que todos los demás empezaran tambien.
Hoy, te quejaste cuando te pedí que hicieras tu tarea. Me faltaste el respeto. Mentíste. Lloraste. Hiciste todas las cosas que he trabajado tan duro para enseñarte a no hacer. Lo entiendo, en verdad, pero me duele y me hace sentir como si estuviera fallando.
Sé que alguna vieja alma está pensando que voy a perder estos días y que debería disfrutar de cada segundo, pero no me gustó hoy. Hoy fue horrendo. Se me permite amar la maternidad sin disfrutar de cada momento. No todos los recuerdos serán buenos y sé que esta cultura quiere que aprenda a bailar bajo la lluvia y todo de eso, pero hoy, me estoy ahogando en élla.